Llegó el Día de los Enamorados y los comercios de toda Latinoamérica toman ventaja, llenando sus tiendas, bares y restaurantes con velas, corazones y todo tipo de regalos y promociones para las parejas que celebran esta fecha. Desde hace varios años, el mundo digital también se hace presente, al igual que en otras tantas fechas especiales. Así como Google presenta su doodle de San Valentín, las redes sociales te recuerdan los momentos de amor y las páginas de citas sacan sus promociones para encontrar pareja, los ciberdelincuentes y estafadores también aprovechan esta ocasión para engañar a los usuarios más vulnerables que esperan no pasar solos este día.

¿Es una conversación por video prueba suficiente de que al otro lado hay una persona real?

En este contexto, es importante que estemos atentos e informados acerca de los diferentes engaños que suelen popularizarse en torno a esta fecha y, sobre todo, a aquellos estafadores que aprovechan para contactar usuarios desprevenidos y engañarlos con promesas de encontrar una pareja. A través de técnicas de Ingeniería Social, buscan engañar a las personas cuando están vulnerables, y qué mejor momento que el Día de los Enamorados, cuando miles de usuarios bajan la guardia esperando encontrar el amor.

El engaño puede llegar de distintas maneras, pero en muchas de ellas involucrará a un posible pretendiente que busca conquistarnos, ya sea a través de un mail, un sitio de citas, un mensaje o un nuevo contacto solicitándonos amistad en alguna red social. A lo largo de este artículo te mostraremos cómo desenmascarar a quienes se escondan detrás de perfiles falsos.

Creer o desconfiar: ¿quién está realmente del otro lado?

Existen varias señales que indican que la persona con la que estamos hablando puede no ser quien dice ser. La mayoría de ellas tienen que ver con comportamientos sospechosos: excesiva intensidad en poco tiempo, mucho interés en que le compartas información personal, poca apertura cuando se trata de sí mismo, reticencia a que le indagues... y la más difícil de percibir: demasiada "perfección".

Además de estas señales, podemos también prestar atención a otros detalles. La primera fuente de información que tenemos de nuestro candidato es la foto de perfil, así como también otras fotos que haya publicado o nos haya enviado. De más está decir que personas cuya foto de perfil es un dibujo o una frase ya disparan una alarma y nos hacen pensar en un perfil falso.

existen aplicaciones que permiten simular una conversación por video e incluso personalizar videos

Supongamos, en este caso, que nuestro pretendiente eligió para su perfil una foto de un apuesto joven adulto. Sería solo cuestión de realizar una búsqueda en Internet de esta imagen para ver si ha sido obtenida de algún banco de imágenes o cualquier otro perfil. Si la misma aparece bajo diferentes nombres o está siendo utilizada en diferentes sitios, podemos empezar a pensar que no estamos hablando con una persona real.

Este método se llama “búsqueda reversa de imágenes” (del inglés "reverse image search"), y se basa en realizar una búsqueda basada en un archivo de imagen, en la que el buscador utiliza información de esa imagen, como ser: la distribución de la paleta de colores, el tamaño de la imagen, la firma (o hash) o los metadatos del archivo.

El primer lugar donde comenzar a buscar podría ser en Google, con la herramienta de Búsqueda por Imágenes. Así como busca imágenes a partir de una palabra, también nos permite buscar información de una imagen a partir del archivo o de la URL de la misma.

Volviendo a nuestro supuesto pretendiente, esta es la foto que puso en su perfil:

Todo un galán, ¿verdad? Sin embargo, su cara me suena de algún lado... Veamos qué dice Google al respecto:

¡Por supuesto! Se trata del actor Stephen Amell. Por suerte, el buscador pudo reconocer su imagen e incluso brindarme otras similares y una lista de páginas web donde aparece su fotografía.

Otras opciones de búsqueda son TinEye, que utiliza sus propios algoritmos y patrones de reconocimiento, o Image Raider, que busca simultáneamente en diversos buscadores (Bing, Yahoo y Google, entre otros).

En el siguiente ejemplo realizamos la misma búsqueda en TinEye:

En este caso, TinEye no nos brinda otra información importante: tres de los resultados encontrados pertenecen a bancos de imágenes.

Si bien este es solo un ejemplo y está claro que al tratarse de un actor aparecerán varias imágenes, algo similar sucede al buscar imágenes utilizadas en perfiles falsos. Si bien quizá obtengamos menos resultados, podremos ver si la imagen proviene de una colección, está siendo utilizada en otros perfiles o está asociada a distintos nombres.

Supongamos, entonces, que hemos avanzado en nuestra conversación durante un tiempo y tenemos algunas sospechas de que puede tratarse de un perfil falso, por lo que decidimos decirle que ya no queremos seguir hablando, y que no creemos que sea quien dice ser. Entonces, el supuesto pretendiente se ofende y dice que nos va a enviar una prueba de que es real. Nos propone enviarnos un video diciendo cualquier cosa que le pidamos o, incluso, hacer una videollamada.

Pero si yo lo vi...

¿Es una conversación por video prueba suficiente de que al otro lado de la pantalla se encuentra una persona real?

Podrías suponer que si interactúas con una imagen que se mueve, sonríe y te responde, se trata efectivamente de esa persona que intenta robar tu corazón y con la que tienes una relación virtual hace ya un tiempo.

Sin embargo, existen diferentes aplicaciones que permiten simular una conversación por video e incluso personalizar nuestros propios videos con diversas acciones.

Veamos un ejemplo de una videollamada de Facebook Messenger:

Este es solo un ejemplo, emulado en nuestro laboratorio, de una de las tantas aplicaciones que están disponibles para simular videos y llamadas. Estas aplicaciones actúan como "falsas cámaras web" y pueden descargarse tanto en la computadora como el teléfono móvil. Dentro de las múltiples funcionalidades que tienen, como la de editar y aplicar efectos al video, también nos permiten agregar videos descargados de un sitio web, añadir sonido y ejecutar diversas acciones en videos ya precargados.

Ahora ya sabes: si no tienes cuidado, puede que tu próxima cita de San Valentín no sea la misma que aparece en las fotografías y videos que intercambiaron.

Los perfiles falsos son muy comunes, ya sea en redes sociales como parte de una broma o en sitios de citas, especialmente utilizados para convencer a los usuarios de gastar dinero en mensajes, regalos o incluso viajes que nunca sucederán.

Además, son utilizados en delitos como el grooming, por acosadores que buscan entablar una relación con niños y jóvenes con el fin de obtener imágenes y videos de índole sexual o incluso concretar un encuentro.

Comparte esta información con tus amigos y también con tus hijos para que estén atentos y no sean víctimas de estos engaños.

Sigue leyendo: Cómo evitar ser víctima de amenazas en San Valentín