La popularidad de Fortnite, con una audiencia de más de 200 millones de usuarios activos al mes, también acaparó la atención de actores malintencionados, y no solo de aquellos que buscan estafar a los usuarios para obtener un rédito económico, sino también de acosadores que utilizan la plataforma contactar a jóvenes y extorsionarlos.

En el caso de las estafas, como ya hemos hablado anteriormente, incluso en etapas previas a que se desatara la polémica cuando la empresa desarrolladora de Fornite anunció que no estaría disponible en Google Play, con las consecuencias para la seguridad que eso podría tener, las estafas alrededor del juego vienen desde hace ya un tiempo.

Recientemente, investigadores de Sixgill aseguraron que alrededor de este popular juego se ha creado un ecosistema criminal donde los ciberdelincuentes utilizan tarjetas de crédito robadas para comprar accesorios o monedas virtuales dentro del juego (V-bucks, en el caso de Fortnite), para luego descargarlas en cuentas de Fortnite que no despierten sospecha y venderlas en el mercado clandestino. Los investigadores descubrieron casos concretos en la Dark Web donde los criminales ofrecen cuentas por un valor de aproximadamente 150 dólares y aceptan como forma de pago PayPal, Bitcoins y WebMoney. De esta manera obtienen dinero limpio, explica una nota de Foxnews.

Las cuentas que se ofrecen incluyen direcciones de correo y contraseñas, accesos a los correos asociados a las cuentas de Fornite e incluso recibos de las compras realizadas.

Para tener una referencia del dinero que se maneja en compras en el juego, en los últimos 60 días, los principales 50 items de Fortnite en eBay recaudaron USD 250,000, aseguró Sixgill de acuerdo al artículo publicado.

Pero como adelantábamos al comienzo de este post, no solo delincuentes que buscan obtener un beneficio económico conforman el ecosistema de actores maliciosos que se ven atraídos por la popularidad de juegos de este tipo.

Esta semana, en Estados Unidos, un hombre de California fue acusado de utilizar juegos online, como Fornite, para contactar a jóvenes víctimas. Según una nota publicada por abc30, agentes federales afirmaron que el acusado engañaba a sus víctimas ofreciendo créditos en Google Play a cambio de que se tomen fotografías sexuales. Asimismo, los agentes explican que se aprovechan de que estos jóvenes están en una actitud vulnerable mientras juegan en sus casas y sus padres asumen que están seguros. Por otra parte, una vez que las víctimas caen en la trampa y envían las imágenes, pasan a ser extorsionadas por los acosadores, quienes los amenazan con enviar el material al entorno cercano de la víctima.

A principios de noviembre, la policía de Saint-Laurent, de la ciudad canadiense de Quebec, Canadá reportó cuatro casos que se habían dado entre octubre y noviembre de este año donde acosadores estaban utilizando Fortnite para dirigirse a sus víctimas. Según dijo a una radio local un vocero de la policía, el modus operandi en los cuatro casos era el mismo: alguien con un falso avatar se infiltra en grupos de jugadores de Fornite y ofrece códigos gratuitos para obtener un nivel más avanzado. Una vez que se gana la confianza de la víctima, el acosador solicita que envíe imágenes íntimas para luego extorsionarla.

Centros educativos locales están difundiendo estas noticias para informar a la comunidad lo que está sucediendo y de esta manera alertarlos.

Lamentablemente, los casos de grooming a través de Fortnite y otros videojuegos no es algo nuevo. En reiteradas oportunidades a lo largo de 2018 se han publicado noticias de casos en distintas partes del mundo que ponen en evidencia este problema. En este sentido, es importante que los padres hablen con sus hijos y les expliquen los riesgos de compartir información en Internet para que puedan seguir disfrutando de la tecnología de una manera segura.