“No creas todo lo que ves en Internet” es uno de los consejos que damos habitualmente para evitar caer en engaños o noticias falsas que suelen circular por la red, e incluso para no confiar ciegamente en personas que no conocemos en el mundo físico.

tener muchos seguidores “zombi” da una mala imagen y no mejora la visibilidad

Desde que las redes sociales conforman una parte importante de nuestra interacción social, la reputación en estos medios digitales se ha vuelto muy importante. Tener muchos seguidores o fans en tus perfiles pareciera hacerte más popular; cuantos más “me gusta” tiene una publicación, mayor se considera su éxito y un producto que tiene más de 4 estrellas de valoración ya genera cierta sensación de calidad.

Sin embargo, en algunas ocasiones deberíamos tomar con pinzas a estos indicadores, ya que la popularidad online puede comprarse en la red por unos cuantos dólares. Si quieres comprobarlo por ti mismo, basta con que busques en Google “comprar likes de Facebook” o cualquier otra red social. Verás que aparecen numerosas ofertas, e incluso paquetes con descuento que puedes adquirir.

Si comenzamos a investigar un poco estas ofertas, encontramos que 500 fans en una página de Facebook se pueden conseguir por 10 dólares, o incluso hay combos que además incluyen unos cientos de “me gusta” a tus publicaciones por otros pocos dólares más. Lo mismo ocurre con los seguidores en Twitter o Instagram, donde unos 1000 seguidores rondan los 20 dólares e incluso se pueden adquirir paquetes con descuento por unos cuantos miles.

Además, muchas de estas páginas incluso ofrecen likes provenientes de perfiles de un determinado país o región.

 

Lo mismo ocurre con las reproducciones de un video de YouTube: se consiguen 5000 por apenas 25 dólares. En cuanto a tráfico para una página web, se ofrecen 10000 visitas por apenas 80 dólares; y para la valoración de una aplicación en Google Play, se venden 1000 instalaciones con valoración positiva y comentarios por menos de 200 euros.

Además, todos los sitios de venta de estos packs de reputación aseguran utilizar cuentas reales y seguras e incluso ofrecen algún tipo de garantía. ¿Será verdad?

Las granjas de likes

Desde hace unos años, existe un gran negocio que se esconde detrás de esta carrera de popularidad digital: las “granjas de likes”.

A diferencia de sus contrapartes del mundo físico, estas granjas no están en el medio del campo, ni tienen establos o animales, sino que se trata de miles de dispositivos conectados, con diferentes cuentas y perfiles desde los cuales se interactúa con las páginas de los clientes.

La mayoría de estos servicios fraudulentos se encuentran en India, China, Rusia y Filipinas, pero también se encuentran algunos negocios más pequeños en México, Argentina, Colombia y otros países de Latinoamérica.

Estos “bots”, o falsos perfiles, se crean en cantidades y se mantienen activos para que no parezcan sospechosos. Se administran desde aplicaciones con cierta inteligencia artificial, a partir de las cuales se crean reglas para generar tráfico, actualizar contenido, hacer reenvíos o seguir determinados hashtags y tener un comportamiento similar al de una persona.

Lo que hace posible que estos perfiles muchas veces estén “verificados” es que son generados a partir de una tarjeta SIM asociada a un número telefónico; estas se obtienen sin necesidad de presentar un documento o verificar la identidad. Por lo tanto, muchas de estas granjas adquieren cientos de miles de tarjetas SIM que luego intercambian entre varios dispositivos para interactuar con las cuentas.

Por qué es una mala idea comprar likes y seguidores para tu perfil

Si bien pareciera que miles de likes o seguidores podrían ayudar a mejorar el posicionamiento de tu perfil o fan page, o darle mayor visibilidad a tu negocio, la realidad es que solo estarían hundiéndolo lentamente.

los bots se administran con inteligencia artificial para que se comporten como una persona

Determinar la popularidad de un perfil social únicamente por la cantidad de seguidores o fans que tiene es realmente una medición pobre y poco acertada. ¿Es preferible tener 10.000 seguidores a los que no les interesa tu producto, o 500 seguidores que leen, comentan y comparten tus publicaciones?

Si bien los 10.000 fans suenan muy tentadores, lo cierto es que si no son legítimos pueden traerte serios problemas. Por un lado, puedes perder credibilidad entre tus seguidores auténticos, ya que suele resultar extraño aumentar miles de seguidores en apenas unos días. Además, muchos de estos “bots sociales” pueden ser fáciles de identificar por usuarios reales.

También debes tener en cuenta que ninguno de esos usuarios comprados está realmente interesado en tu página, por lo que, no solo no se trata de posibles clientes, sino que además tampoco van a interactuar, compartir o comentar tus publicaciones.

La mayoría de las redes sociales utilizan las interacciones de tu perfil o página para evaluar el interés de tus seguidores, mejorar el posicionamiento y mostrar tus contenidos, por lo que tener muchos seguidores “zombi” da una mala imagen, y tampoco contribuye realmente a mejorar tu visibilidad.

Por último, estos seguidores fraudulentos podrían terminar convirtiendo tu plataforma en un punto de distribución de spam. Una vez que tienen acceso a tu perfil social, es muy sencillo enviar spam al resto de tus contactos, llenar tu muro o etiquetarte en publicidades y terminar convirtiéndote en un spammer.

¿Se pueden detectar estas cuentas falsas?

Muchas veces, para una persona real, identificar a estos bots puede ser bastante sencillo: basta con echar un vistazo a su perfil e interacciones. Habitualmente son cuentas con una imagen de perfil por defecto o de lugares, en lugar de la foto de una persona. Tienen poca o nula actualización de esta imagen, poco contenido multimedia y muy despersonalizado.

Las interacciones de estos perfiles suelen ser siempre las mismas: reenviar determinados hashtags, publicar comentarios irrelevantes, demasiado armados o genéricos, y repartir muchos “me gusta” en poco tiempo a publicaciones que no tienen nada que ver entre sí.

Por su parte, los gigantes de redes sociales y servicios online, como Facebook, Google, Twitter y demás empresas se esfuerzan por identificar este tipo de cuentas y deshabilitarlas. Para esto, utilizan mecanismos y algoritmos que determinan ciertos comportamientos irregulares en los perfiles.

Así como estas herramientas son cada vez más utilizadas tanto por empresas como por usuarios, los administradores de estos falsos perfiles se esfuerzan cada vez más por hacerlos parecer reales y crear una auténtica identidad digital. Lo que me lleva a pensar... ¿qué tan difícil puede ser llegar a construir una identidad digital falsa?

Al menos, por ahora, es mejor estar atentos y no creer en todo lo que se ve en internet.