Perdimos la cuenta de cuántas veces usamos nuestra dirección de correo electrónico y nuestro número de teléfono para registrarnos en un servicio online, acceder a un sitio web o a una aplicación, leer las noticas o ingresas a las cuentas en redes sociales. Digámoslo simple: nuestra información está por todo internet.

Al mismo tiempo, permanecer seguros y privados online puede ser un trabajo difícil y llevar tiempo, especialmente si tenemos que pensar las configuraciones y qué información queremos compartir cada vez que nos suscribimos a un servicio nuevo, o hacemos una compra online; se vuelve agotador.

¿Podemos hacerlo más fácil? Así como podemos preparar el domingo las comidas de toda la semana, también podemos pasar un tiempo hoy para proteger la seguridad online para los meses que vienen.

Desechable y temporario: el arte del camuflaje

Dirección de mail temporaria y una bandeja secundaria

Como muchos sitios webs requieren una cuenta de email para registrarse, la mayoría de nosotros simplemente ingresamos nuestra cuenta principal. ¿Para qué necesitamos más de una? Cuando nos registramos en un nuevo servicio, generalmente aceptamos transferir nuestra información de contacto de un servicio a otro con fines de marketing.

¿Qué hacer en su lugar?

Estrategia 1: Usa una dirección de email descartable – para esas cosas que no te importan demasiado.

Algunos servicios de email descartables te permiten usar un email temporario que se autodestruye en un lapso que puedes programar. Esto es útil para servicios que, de un solo uso, por ejemplo si quieres acceder a contenido restringido, pero no quieres correr el riesgo de que te bombardeen con comunicaciones de marketing o spam.

En este caso, cabe una advertencia: ¡Nunca uses este tipo de servicios de emails descartables para comunicaciones que tengas información sensible!

Estrategia 2: Crea una dirección de email alternativa, o secundaria para logins y newsletters que te sean importantes.

Para los contactos bancarios, del gobierno, y otros importantes, puede usarse un servicio como ProtonMail, que ofrece encriptado extremo-a-extremo. No utilices tu cuenta de mail primaria para nada que no sea contactos familiares y de amigos. Esto ayuda a mantener la bandeja de entrada organizada, libre de spam, y protegida de fugas de datos si el servicio de mail sufre un ataque.

Alternativamente, también puede usar una función como Ocultar mi Email de Apple para suscribirte a un servicio sin revelar tu correo electrónico real. Apple crea una dirección única que enmascara la dirección real al servicio. Todos los correos electrónicos se reenviarán automáticamente desde la cuenta enmascarada a la real. Si bien Android aún no ofrece una característica similar, hay algunas alternativas, como Firefox Relay.

El teléfono desechable

Al igual que con las direcciones de mail, tu número de teléfono también es requerido para registrarse a varios sitios webs, para recibir contraseñas temporales que confirman tu identidad, o incluso para que vendedores entreguen tus datos de contacto a un servicio de entregas físicas. Tu teléfono está en todos lados, por lo que no es de extrañarse que muchos de nosotros hayamos recibido mensajes de texto o WhatsApp como intento de estafas.

Estrategia 3: Consigue una tarjeta SIM prepaga

Generalmente, es una tarjeta no muy cara que, en algunos países, no requieren de identificación del usuario. Si es el caso en tu país, puedes usar ese número para todo registro online que necesites: Puedes asociarlo a las cuentas de redes sociales, o usarlo para hacer un seguimiento envíos de correo o delivery, y usarlo para mantener el anonimato.

Entre tanto, tu número real solo deberías compartirlo con fuentes confiables, tus amigos, familia, instituciones financieras, el gobierno. Si usas un número desechable y recibes una llamada ya puedes asumir tranquilamente que se trata de una estafa y, lo más probable, que el sitio web en el que te registraste sufrió el robo de información.

Tarjetas bancarias de un solo uso

Comprar online puede ser muy conveniente, no hay dudas. Solo necesitamos ingresas a un sitio web, elegir qué queremos y, a menudo, usamos los datos bancarios que ya están registrados por una compra anterior. Todo bien. A menos que el sitio haya sufrido un robo de información que comprometa los datos de tu tarjeta y seas víctima de una estafa de ingeniería social.

Estrategia 4: Utiliza tarjetas virtuales de un solo uso, o tarjetas prepagas

Muchos bancos tradicionales, u online, y billeteras virtuales, que usan aplicaciones móviles, ofrecen tarjetas virtuales como opcionales a la tarjeta física. En muchos de estos bancos también se ofrecen tarjetas de un solo uso que se conectan a tu tarjeta real. Una vez que compras con esa tarjeta, el sistema del banco detecta el movimiento y destruye los detalles de esa tarjeta, generando una nueva para la próxima compra. Como esas tarjetas tienen datos aleatorios, los hackers no pueden conseguir tu información real.

En caso de que te preguntes por reembolsos, los vendedores pueden devolverte cualquier importe con la misma tarjeta de un solo uso a tu cuenta original.

Autenticación de dos factores y códigos de un solo uso

La mayoría de los servicios permiten -y recomiendan- el uso de la autenticación de dos factores (2FA, sus siglas en inglés): además de ingresar tu contraseña, puede requerirte un paso más de autenticación. Si alguien roba tu contraseña, de este modo, no podrá ingresas a tu cuenta sin el segundo código de identificación.

Estrategia 5: Usa los códigos 2FA generados por las aplicaciones.

Frecuentemente, el segundo factor de identificación es un mensaje SMS a tu teléfono móvil con una contraseña o código temporal. Solo necesitas tipearlo dónde lo requiera para probar tu identidad. Otro modo-y mejor- se basa en aplicaciones de autenticación como el Microsoft Authenticator. En las configuraciones de seguridad la mayoría de los sitios web ofrecen la posibilidad de generar un código QR o alfanumérico que puedes agregar a tu aplicación de autenticación que generara un código temporal para autenticarte.

 

 

 

Recapitulemos

  • Crea una cuenta temporal para cuando necesitas registrarte para ver contenido restringido.
  • Usa un servidor de email confiable, como Gmail o Outlook, para crear una cuenta secundaria para servicios y registros a sitios web que te interesen.
  • Consigue una tarjeta SIM desechable para evitar mensajes y llamadas de estafas.
  • Usa tarjetas bancarias desechables para cada compra.
  • Usa códigos temporales para autenticación de dos factores, además de contar con una contraseña fuerte y única.