Uno de los aspectos más sorprendentes de Bitcoin es que ha logrado mantenerse en el liderazgo durante años. Sin embargo, con todas las lecciones aprendidas y miles de criptomonedas como alternativa que buscan un lugar en el mercado, el “efecto de red” de Bitcoin está comenzando a perder su prestigio.
Esto no es algo extraño en la era digital, sino basta con recordar lo que sucedió con plataformas como Myspace. El camino de la evolución digital está repleto de proyectos que no pudieron evolucionar hacia formas que continuaran satisfaciendo las necesidades y los deseos del mercado y del público. Si bien el efecto de red de una moneda alternativa bien establecida en el mercado encuentra grandes dificultades para lograr ocupar el primer lugar, la realidad marca que hay competidores que siguen muy de cerca a Bitcoin.
Particularmente la criptomoneda Monero tiene ciertas características interesantes para los desarrolladores de Malware, ya que cuenta con un enfoque más anónimo, con tecnología específica que dificulta el rastreo de direcciones y posibilidad de anonimato sobre la base de firmas de anilllo. Con estas implementaciones es mucho más difícil inferir la verdadera identidad de quien realiza una transacción, lo cual es algo claramente importante para aquellos que están implicados en asuntos ilegales. Y si bien se han identificado vulnerabilidades, las mismas han sido corregidas a tiempo gracias a la rápida respuesta de la comunidad y el proceso de recompensas que implementa monero para quienes las reportan.
Por otra parte, Monero resulta una opción práctica si no eres propietario de una presa hidroeléctrica o una planta de energía nuclear que suministre de manera económica la gran cantidad de energía necesaria para minar Bitcoins de forma rentable. Además, dado que utiliza un protocolo Proof of Work sobre la base de CryptoNight, que permite que sea minada a través de equipos comunes como los que se utilizan en casa, en el trabajo o en un datacenter, resulta especialmente atractiva para los códigos maliciosos de minería. Cabe destacar que pese a tratarse de una criptomoneda relativamente nueva, lo que significa que se encuentra en la etapa temprana de la curva de dificultad para la minería, aun así, se mantiene en el top 10 en la lista de criptomonedas alternativas según Coin Market Watch.
Si bien Bitcoin sigue siendo la más aceptada por los comercios a nivel general, muchos ya están experimentando con otras criptomonedas. Y si bien inicialmente eran vistas más como un artilugio publicitario, en la actualidad las criptomonedas tienen una presencia más destacada como valor de intercambio.
Si tenemos en cuenta la especulación asociada a las fluctuaciones en el mercado, el grado de conciencia que tiene el público en general con respecto a este fenómeno (incluso si el nivel de comprensión sobre el tema es bajo), nos podremos convencer fácilmente de que la tendencia será al alza en los próximos años, independientemente de cual sea la criptomoneda del momento.
A lo largo del camino, varios códigos maliciosos parecen estar dirigidos al robo de billeteras de criptomonedas, independientemente de cual sea el nombre de la moneda dentro de esa billetera, por lo que hay múltiples focos de atención para los desarrolladores de malware. Esto no es algo nuevo, ya que los estafadores siempre se enfocaron en aquello que era más rentable y prefieren robar cualquier cosa de valor de la cual puedan fácilmente obtener un beneficio.
En este sentido, realizar transacciones en Monero es lógico que resulte atractivo, incluso siendo una criptomoneda que está ganando fuerza en el mundo del malware. Veremos si el resto del mercado concuerda y si aquellos que cuenten con Monero se convierten en millonarios de criptomonedas por el simple hecho de subirse a la ola de quienes decidieron robarle a otro para comenzar.