Piensa en toda la información digital que utilizas en tu computadora y necesitas a diario, ya sea en tu trabajo, en la universidad o incluso en tareas o temas personales: planillas de gastos, documentos de texto, presentaciones o trabajos prácticos. Imagina ahora que tropiezas camino al trabajo y, mientras caes desparramado por la vereda, alcanzas a ver cómo el bolso con tu laptop sale volando e impacta contra el suelo, rompiendo el equipo en mil pedazos.

Piensa, ahora, toda aquella información que has ido almacenando y acumulando a lo largo de tu vida. ¿Cuántos recuerdos tienes de viajes, cumpleaños, salidas con amigos y momentos familiares? Imagina todos esos momentos plasmados en fotos y videos: el nacimiento de tus hijos o sobrinos, unas vacaciones de ensueño, aquellas fotos del colegio donde estaban todos tan jóvenes, o el video del último cumpleaños del abuelo.

Supón entonces que en un descuido tu computadora se infecta con un ransomware y todos esos recuerdos quedan cifrados, a merced de la voluntad de un delincuente que te pide dos bitcoins de rescate para recuperar tu información y amenaza con eliminarla para siempre.

Por último, piensa en una corporación, en la empresa donde trabajas, el negocio de tu familia o el emprendimiento que estás a punto de comenzar. Piensa en toda la información de esta organización, en las bases de datos de clientes, proveedores o empleados; en los balances e información contable, en las propuestas comerciales y proyectos de trabajo. Imagina, ahora, que por un error en el sistema o un descuido de un empleado se corrompe la base de datos y la información queda completamente inaccesible.

Quizás, todos estos escenarios te resulten un poco extremos, pero la realidad es que son perfectamente factibles. De hecho, según una encuesta realizada a nuestra comunidad, el 92% de los usuarios perdió su información en al menos una oportunidad. Tranquilo, no desesperes. La misma encuesta también nos indica que el 65% de los usuarios pudo recuperarla gracias a un respaldo.

Ahora, vuelve a pensar en cada una de las situaciones que planteamos al inicio y piensa cuánto tiempo te hubiera tomado hacer un backup de la información y cuántos problemas te hubiera ahorrado. La verdad es que resguardar la información no debería ser una tarea tediosa ni complicada, ni mucho menos costosa. Solo basta con analizar qué información tienes que resguardar y buscar un medio que te sea conveniente.

Note: This blogpost previously contained a user poll with an embedded image. This content has been removed due to copyright infringement.