Se ha revelado que se ha encontrado malware en una máquina en la planta nuclear de Gundremmingen en Alemania. Reuters reporta que RWE, la compañía eléctrica responsable de operar la planta, no la considera una amenaza ya que la máquina infectada "no se encuentra conectada a Internet".

Entre el malware hallado se encuentra Conficker, que ha sido descrito como el malware más virulento de la década de 2000. En su pico, en 2009, se cree que llegó a infectar a más de 15 millones de equipos alrededor del mundo.

De acuerdo a la agencia de noticias, el malware fue encontrado en un equipo que "había sido recompuesto en 2008 con un software de visualización de datos y que estaba asociado con el equipamento que mueve los engranajes del combustible nuclear". De todos modos, este no fue un incidente aislado, ya que también se encontró malware en 18 discos removibles.

Afortunadamente, ninguno de ellos se encontraba conectado a los sistemas centrales de operación de la planta nuclear. En un comunicado de prensa oficial, RWE dijo que el malware fue encontrado durante "trabajos preparatorios de prueba".

Una investigación de comienzos de año ha sugerido que varios países alrededor del mundo no se encuentran preparados para ciberataques. La tercera edición de Nuclear Security Index de la NIT (Nuclear Threat Initiative) reveló que aproximadamente la mitad de los países encuestados, no tienen planteado ni un solo requerimiento para proteger las instalaciones nucleares frente a este tipo de amenazas.

"Como cualquiera otra infraestructura crítica, las instalaciones nucleares no son inmunes a los ciberataques" planteaba el informe. "La realidad es particularmente preocupante, dadas las potencialmente catastróficas consecuencias de un ciberatacante a una instalación nuclear."