El estafador "reformado" en cuyas fechorías se basó la película "Atrápame si puedes" le dijo a The Times que cualquier persona que viva en Estados Unidos o el Reino Unido debe hacerse a la idea de que ya le han robado su identidad.

Frank Abagnale fue sentenciado a 12 años en prisión federal en 1971, luego de que 12 países buscaran su extradición de Francia con acusaciones de fraude. En su juventud consiguió millones de dólares, pero luego de ser liberado comenzó a trabajar como consultor de seguridad tanto para el FBI como para compañías privadas.

"Vivimos en un mundo de demasiada información", dijo Abagnale. "Ustedes deberían saber, ya sea que vivan en Estados Unidos o en el Reino Unido, que su identidad ha sido robada".

Claro que mucho de esto se origina más en el descuido y las malas prácticas que en ataques sofisticados. Metro reporta que como parte de su trabajo de consultoría, a modo de evaluación de la conducta de los trabajadores, deja caer tarjetas de memoria marcadas como "Confidencial" en el piso de oficinas e, inevitablemente, cualquier empleado las encuentra y las inserta en una computadora de la compañía. De esta forma, se propaga por el sistema la amenaza que ha plantado en la memoria.

"Se combate a la tecnología con tecnología, así que hay que estar un pasdeo adelante del criminal. Es como un juego de ajedrez -ellos hacen un movimiento, tú tienes que hacer un movimiento", explicó Abagnale. Y concluyó afirmando que cada brecha con la que nos encontramos "ocurrió porque alguien de adentro hizo algo que no se suponía que hiciera. A veces hay un cómplice, pero en la mayoría de las ocasiones es inocente".

La famosa película "Atrápame si puedes" o "Catch Me If You Can" (su título original en inglés), fue protagonizada en 2002 por Leonardo DiCaprio, y refleja los engaños que perpetraba Abagnale en los '60, cuando se hacía pasar por piloto, doctor, abogado y profesor universitario para estafar con cheques falsos, hasta que fue capturado y aprisionado.

Resulta algo paradójico, sí, pero de igual forma, no está de más destacar que es cierto que muchas veces los propios empleados de las empresas terminan poniendo en riesgo la información de los sistemas. Para evitarlo, recomendamos la lectura de la Guía del Empleado Seguro.