Datos correspondientes a un total de 3.564 tarjetas de crédito emitidas por un total de 11 entidades bancarias de Chile más una cooperativa de ahorro y crédito se filtraron. Así lo confirmó la Superintentendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile en un comunicado emitido en el día de ayer en el que explican que, según la información que manejan, la filtración se produjo como consecuencia de un posible compromiso al servicio de casilla internacional Transexpress en el período que va desde el 12 de septiembre de 2018 al 5 de marzo de 2019.

Por otra parte, las tarjetas afectadas ya fueron bloqueadas por parte de las entidades emisoras de los plásticos y se han comunicado con los clientes afectados.

Cabe destacar que un escenario similar se vivió en Chile a mediados de 2018 cuando se filtraron datos de más de 14.000 tarjetas de crédito emitidas por 18 entidades distintas, información que se había publicado en un servicio de alojamiento en la nube. En esa oportunidad, si bien las autoridades confirmaron que solo el 10% de las tarjetas filtradas eran vigentes, los que robaron la información habrían aprovecharon una vulnerabilidad en los sistemas del servicio de e-commerce Transexpress Florida, informa La Tercera.

Ante este escenario, se recomienda a los usuarios monitorear la actividad de sus estados de cuenta y movimiento de sus tarjetas y en caso de detectar actividad sospechosa reportarla lo antes posible.

¿Por qué las tarjetas de crédito y débito son vulnerables a la clonación?

Esta filtración de datos de tarjetas se produce aparentemente por una falla de seguridad en el sistema de un servicio y no como consecuencia de un engaño directo a los propietarios de las tarjetas, como podría ser a partir de segundos lectores o mediante el skimming, como fue el caso que reportó hace una semana atrás la propia SBIF en Chile cuando se conoció que se clonaron 1.738 tarjetas como consecuencia de un POS comprometido en la comuna de San Miguel. Aun así, es importante tener presente que, desde el punto de vista técnico, las tarjetas de crédito y débito convencionales, es decir, aquellas que cuentan con una banda magnética, son vulnerables a la clonación de la misma con simples lectores de banda que pueden duplicar la información que leen y grabarla posteriormente en una nueva tarjeta, explicó el investigador de ESET, Luis Lubeck.

Asimismo, por más que este último incidente haya sido provocado por una vulnerabilidad en el sistema de un tercero, representa una buena oportunidad para recordar a las personas la importancia de prestar atención de los lugares en los que ponemos nuestra tarjeta de crédito o débito, observar que no haya dispositivos agregados al lector de tarjeta, y en el caso de compras en comercios físicos, tratar de tener siempre a la vista nuestras tarjetas y evitar que el vendedor se la lleve a otro sector donde pueda utilizar la misma en un segundo lector de bandas magnéticas, opinó Luis Lubeck. Por último, el investigador de ESET aconseja no aceptar ayuda de extraños en el uso de un cajero automático, a fin de evitar maniobras con la tarjeta que no se puedan controlar.