La CEO de Yahoo, Marissa Mayer, confirmó que esta vez se abstendrá de cobrar su bono anual, equivalente a 2 millones de dólares, a raíz del escándalo que generaron las brechas de seguridad que la compañía sufrió en 2013 y 2014.

El incidente de 2014 ocasionó que los datos de 500 millones de clientes fueran comprometidos y se reportó como el más grave de todos los tiempos. Pero lo eclipsó el subsiguiente hallazgo de que había ocurrido otra brecha en 2013, la cual había afectado a 1 billón de usuarios.

Los incidentes plantearon dudas acerca de las capacidades de liderazgo de Mayer, sensación que se agudizó cuando una revisión interna concluyó que la ejecutiva y su equipo directivo fueron demasiado lentos a la hora de lidiar con la brecha en 2014.

Ahora, a través de una publicación en Tumblr, ella afirmó que decidió renunciar a su bono anual:

Cuando me enteré en septiembre de 2016 que una gran parte de nuestra base de datos de usuarios había sido robada, trabajé con el equipo para revelar el incidente a los usuarios, reguladores y agencias gubernamentales.

Sin embargo, soy la CEO de la compañía y dado que este incidente ocurrió durante mi gestión, accedí a renunciar a mi bono anual y mi subvención anual este año y expresé mi deseo de que mi bono sea redistribuido entre los empleados de nuestra empresa que trabajan duro, quienes contribuyeron tanto al éxito de Yahoo en 2016.

Pero la mención de los "26 usuarios que tenemos entendido se vieron afectados" llamó la atención en los medios. Incluso las propias estimaciones de Yahoo sugieren que el número de clientes afectados por el incidente de 2013 superó el billón...

El anuncio de Marissa Mayer llega en medio de una semana difícil para Yahoo, dado que la compañía acaba de afirmar que cree que alrededor de 32 millones de cuentas de usuarios pueden haber sido comprometidas en otra brecha de seguridad.

Por si fuera poco, esos problemas se agravaron cuando el consejero general de la compañía, Ronald Bell, anunció que renunciaba a su cargo sin indemnización por despido. Por lo tanto, las próximas semanas podrían ser decisivas en el futuro de Mayer y la companía en sí misma.