Ya está bastante instalada la idea de que la privacidad es un desafío en esta era digital, y que el resguardo de los datos personales no debe ser descuidado para que no terminen al descubierto. Ya muchos son conscientes de la necesidad de protegerlos, y según un estudio de Pew Research publicado hoy, los estadounidenses tienen muy bajos niveles de confianza en la privacidad y seguridad de los registros que mantienen las instituciones.

Esta preocupación ya no se limita a instituciones tradicionalmente asociadas con la recolección de datos: los usuarios creen que cualquier industria puede estar monitoreando la información que envían y reciben. Los 461 participantes de la encuesta afirmaron que es importante preservar la capacidad de anonimato para ciertas actividades en línea.

Para el 93% es importante poder saber quién puede obtener información sobre ellos, mientras que al 90% le parece interesante saber qué tipo de información se obtiene. Estas inquietudes se contraponen al deseo de las personas de mantener su privacidad cuando están en casa, en el trabajo, en reuniones sociales, en momentos en los que quieren estar solos y cuando están en público -básicamente, todo el tiempo.

A decir verdad, lo que no quieren es ser observados sin su aprobación. El 63% dijo que le gustaría poder estar en un lugar público sin poder ser identificado, y esto nos remite a la idea de la inmortalidad de los datos planteada por Andrew Lee, CEO de ESET Norteamérica. Según el experto, todo será de alguna forma registrado por un sistema, abriendo la posibilidad de que la información se propague en forma incontrolable como una “enfermedad digital”.

"Solemos pensar que todo lo que hacemos está siendo registrado de alguna manera, porque el teléfono nos rastrea, iniciamos sesión en distintos lugares, tomamos fotografías de nuestro almuerzo, y cosas así. Probablemente en la mayoría de los casos no te están monitoreando todo el tiempo, pero ciertamente se puede. Contamos con el potencial de grabar todos estos tipos de datos", señala Lee.

Respecto a las 11 entidades que se contemplaron para la encuesta de Pew Research -desde agencias gubernamentales a empresas de tarjetas de crédito y sitios de redes sociales- solo pequeñas minorías afirmaron sentirse "muy confiados" de que los registros que obtienen estas organizaciones se mantendrán privados y seguros.

  • Solo el 6% de los adultos dice estar "muy seguro" de que las agencias gubernamentales pueden mantener sus registros privados y seguros
  • El 25% dice que está "algo seguro" de que los registros que mantienen las empresas de telefonía fija de sus actividades seguirán siendo privados y seguros
  • Las compañías de crédito parecen inculcar un nivel ligeramente más alto de confianza; el 9% dice estar "muy confiado" y el 29% dice estar "algo seguro" de que sus datos permanecerán privados y seguros.
En tanto, los proveedores de servicios online son algunas de las entidades que menos confianza les inspiran; cuando se les preguntó acerca de motores de búsqueda, sitios de videos en línea, redes sociales y anunciantes en línea, la mayoría se sentía "no demasiado confiado" o "no del todo seguro" de que estas entidades podrían proteger sus datos.

Como resultado, la gran mayoría cree que no tiene el control de su información personal, aunque no todos han tomado medidas o cambiado su comportamiento para revertirlo -si bien incorporan ciertas medidas de seguridad básicas:

  • Borrar cookies o historial de navegación (59% lo hizo)
  • Negarse a proveer información sobre sí mismos que no era relevante para una transacción (57% lo hizo)
  • Usar un nombre de usuario o dirección de correo electrónico alternativa (25%)
  • Dar información falsa o inexacta sobre sí mismos (24%)
  • Decidir no usar un sitio porque pedía el ingreso de un nombre real (23%)

Medidas más específicas o avanzadas, como podrían ser la implementación de cifrado o el uso de proxies no resultaron tan frecuentes.

"Tenemos que buscar maneras de resguardar lo que tenemos, de proteger el acceso a nuestros datos, y asegurarnos de poder administrarlos y mantenerlos bajo control. El cifrado es un buen ejemplo de cómo podemos controlar quién los ve, y la doble autenticación permite otorgar acceso en forma segura a los que quieres mostrar, pero no significa que todos los puedan ver. Hay muchas cosas de este tipo en las que tienen que pensar las organizaciones", afirmó Andrew Lee.