Debo reconocer que antes de conocer por dentro el ambiente, imaginaba que las conferencias de seguridad informática eran tediosos eventos donde se presentaban eternos papers e investigaciones intrincadas que sólo unos pocos entendían. Imaginaba incómodas sillas, silencio absoluto y señores con computadoras haciendo cosas que a simple vista ya se ven complejas.

Y aunque tal vez parte de eso se dé actualmente en muchas renombradas conferencias de seguridad del mundo, y aunque tal vez los eternos papers y las detalladas investigaciones sigan siendo la base de un evento en la industria –después de todo, ¿cómo avanzarían los niveles de protección si no avanzara la investigación?-, hoy sé que poco de eso que yo imaginaba es tan así en realidad.

Los que pertenecen al ambiente de seguridad en Latinoamérica y asisten cada año a ekoparty distan mucho de ser los rígidos señores que yo imaginaba. La semana pasada, mientras desde We Live Security en Español hacíamos una extensa cobertura especial de la conferencia, confirmé que es posible que especialistas, investigadores, estudiantes, hackers, nerds y entusiastas se junten a compartir su conocimiento y sus hallazgos, a aprender y a desafiarse continuamente -y todo mientras se divierten.

Por primera vez y debido al crecimiento de ekoparty, esta edición décimo aniversario se hizo en el enorme complejo Punta Carrasco, en Buenos Aires. Al entrar, una gran carpa blanca alojaba el escenario principal, donde se presentaron expertos como César Cerrudo, Lorenzo Martinez, Yuriy Bulygin, Alexander Matrosov, Luciano Martins, Luis Colunga, Cristian Borghello y muchos más.

Luego de varios entrenamientos, la conferencia en sí misma empezó el miércoles 29 de octubre en una mañana increíblemente lluviosa para esta época del año en Buenos Aires. Sin embargo, la persistente tormenta no aplacó el ánimo de los entusiasmados asistentes, y en los tres días de ekoparty, alrededor de 1.600 personas pasaron por allí. 72 horas y 25 charlas después, teníamos un conocimiento muy detallado de las tendencias en seguridad y los hitos que marcaron el último año en la materia.

Hacking explicado en términos prácticos, vulnerabilidades minuciosamente analizadas y explicaciones de las consecuencias que pueden producir los delitos informáticos fueron, a grandes rasgos, las temáticas abordadas.

Pero, como dijimos, en ekoparty no todo se limita a lo técnico en sentido rígido, sino que por el contrario, abunda la informalidad en un ambiente de lo más descontracturado. En ese sentido, fue mucho lo que vimos: acalorados partidos de metegol y ping pong, un juego de fuerza para derribar un muñeco, gente con el pelo teñido de colores, gente tomando cerveza y tragos de colores, comiendo hamburguesas o disfrutando de los ricos pochoclos que ofrecíamos en el stand de ESET -donde el carrito era sensación y tuvo largas filas durante los tres días. Durante la última jornada, decidimos innovar y, además de las palomitas de maíz, ofrecimos algodón de azúcar, que también fue furor.

En el siguiente video que preparamos podrán ver con sus propios ojos la variedad de cosas que uno puede ver en ekoparty y declaraciones exclusivas:

En ekoparty, uno nunca deja de sorprenderse con lo que ve: así fue como, a pesar de la lluvia del primer día, un llamativo bus temático de estética infantil, de esos en los que personajes disfrazados entretienen a los niños, estaba estacionado esperando a los participantes del wardriving, un paseo por la ciudad en el que se descubren enlaces Wi-Fi para crear un mapa mostrando los accesos que hay. De seguro, a las personas que estaban usando las redes Wi-Fi de algunos restaurantes y locales y de repente se quedaron sin conexión no les pareció gracioso… pero difícilmente se hayan enterado de lo que sucedía puertas afuera, dentro de ese bus.

En tanto, los desafíos de lockpicking estaban a la orden del día con decenas de asistentes tratando de abrir candados y cerraduras o desactivar alarmas desde una computadora. Igual de desafiante fue el reto propuesto por el Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica, en el cual los contendientes debían demostrar sus habilidades técnicas de Ingeniería Reversa, analizar diversas muestras de malware, hacer unpacking, analizar capturas de tráfico de red, crear scripts, y mucho más.

Finalmente, en la última jornada se entregaron por primera vez en la historia de ekoparty los ekoAwards, para premiar a las personas más influyentes e importantes en estos diez años de vida que tiene el evento, por sus aportes a la comunidad de seguridad. Un premio a la trayectoria y otros a la mejor charla y la mejor “intrusión global de Internet” coronaron el tercer día de la conferencia, mientras los asistentes esperaban, por la noche, la fiesta que se hizo en el boliche Crobar.

Con todo esto, creo que es posible entender por qué ekoparty no es una conferencia de seguridad como las demás y por qué es la más grande de Latinoamérica. Y si no nos creen, miren la galería de fotos que preparamos y podrán comprobarlo.

Solo nos resta decir que ya estamos esperando la próxima edición de ekoparty, que de seguro, seguirá sorprendiéndonos año tras año. Porque, después de todo, ya vimos que es posible combinar lo técnico con la diversión y... ¿quién dijo que los informáticos eran aburridos?

Créditos imagen: Infobyte