La masificación en el uso de dispositivos móviles y la evolución en las aplicaciones que permiten al usuario realizar actividades cada vez más diversas, ha llevado a que este tipo de dispositivos se conviertan en un blanco atractivo para los códigos maliciosos.

El desarrollo de los dispositivos móviles los ha llevado a un punto en el que le permiten al usuario realizar casi las mismas tareas que puede realizar en un equipo de escritorio, pero existe un aspecto diferenciador que vale la pena destacar, pues en gran medida es lo que convierte a los smartphones y tablets en dispositivos más vulnerables: la variedad en los canales de comunicación.

De esta forma, si las actividades que se desarrollan en un dispositivo móvil y en un equipo de escritorio son muy similares, las características de protección deberían ser igualmente parecidas.

Por esta razón es necesario que el usuario tenga en cuenta algunas consideraciones básicas de seguridad en sus dispositivos móviles, para evitar una infección con malware o que pueda perderse su información: fotos, vídeos, información personal o laboral.

  1. Configurar el dispositivo para que la opción de bloqueo de pantalla se active en el momento que no se esté utilizando el teléfono para evitar accesos no autorizados a través de los cuales se ponga en riesgo la información del dispositivo.
  2. Si el dispositivo móvil puede conectarse a una red celular, debe activarse la opción de bloqueo de tarjeta SIM, de tal forma que en el momento de encender el dispositivo solicite el código PIN. Con esto se restringe el acceso al uso de estos recursos en caso de robo o pérdida del dispositivo.
  3. Es muy importante mantener actualizado el sistema operativo del dispositivo; incluso algunos permiten programar su actualización automática. De forma similar que en un equipo de escritorio, mantener actualizado el sistema operativo ayuda a la protección del usuario corrigiendo las fallas de seguridad.
  4. No instalar aplicaciones descargadas directamente de páginas que no estén avaladas por los fabricantes del dispositivo o por los desarrolladores del sistema operativo. Esto con el objetivo de no instalar aplicaciones desarrolladas con algún contenido malicioso.
  5. Antes de descargar una aplicación es buena idea leer las críticas y las reseñas que otros usuarios han hecho o lo que se publica en medios reconocidos. Esto puede ayudarle al usuario a saber cuáles son las principales características de la aplicación antes de descargarla e instalarla.
  6. Las aplicaciones también deben ser actualizadas regularmente, porque además que se pueden incorporar nuevas funcionalidades, también se le pueden hacer correciones de diseño que atenten contra la seguridad del usuario.
  7. Antes de instalar o actualizar alguna aplicación, es recomendable verificar que tipo de recursos o permisos requiere la aplicación. Es muy importante que el usuario sea cuidadoso con aplicaciones que piden permisos para hacer cosas más allá de las necesarias.
  8. Gestionar las aplicaciones que se utilizan en el dispositivo, para no llenarlo de programas que además de disminuir el rendimiento del dispositivo, pueden generar una vulnerabilidada de seguridad para el usuario.
  9. Es muy común que los dispositivos móviles utilicen protocolos como WiFi y Bluetooth para conectarse a redes inalámbricas que permitan el intercambio de información. Una buena práctica que además de ayudar a la protección de la información también ayuda con el consumo de batería es mantener activadas estas opciones solamente cuando se vayan a utilizar.
  10. Finalmente, el uso de aplicaciones para la protección de los datos es una muy buena alternativa que incrementa el nivel de seguridad.

Estas recomendaciones son independientes de la marca o el sistema operativo utilizado. No hay dispositivos exentos de sufrir un ataque que afecte su información por eso es importante que el usuario tenga en cuenta los consejos mencionados para incrementar los niveles de seguridad de su información.

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