El phishing es una técnica de cibercrimen en la que los delincuentes se hacen pasar por entidades conocidas para engañar a los usuarios y obtener información sensible. Estos ataques pueden llegar a través de correos electrónicos, mensajes de WhatsApp y otros medios digitales.
Generalmente, apelan a un sentido de urgencia —como "Tu cuenta será suspendida", "Última oportunidad para confirmar tu información" o "Acción requerida inmediatamente"— para que los usuarios actúen de forma irreflexiva.
Una búsqueda rápida en Google arroja que el término phishing comenzó a acuñarse en 1996 para referirse a los intentos de “pescar” cuentas de usuarios de AOL. Casi 30 años después, ya está instalado en la jerga diaria de la ciberseguridad y representa uno de los principales vectores de ataques para obtener datos y dinero de las víctimas.
A continuación, analizaremos algunos ejemplos actuales de casos de phishing por correo electrónico, en los que los cibercriminales simulan una notificación de empresas conocidas de mensajería, en los que la carnada será la supuesta necesidad de resolver algún problema con el envío de un paquete al domicilio.
Cómo identificar este tipo de correos
Como en la mayoría de los correos de phishing se valen de la ingeniería social y apelan a los sentimientos de las personas, como la ansiedad, la urgencia o el miedo.
En general buscan interpelar a las personas con asuntos de correo bastante persuasivos, del tipo: “Tu paquete está retenido”, “Falta información para la entrega” y “Entrega del paquete suspendida”.
Las empresas de mensajería suplantadas son muy reconocidas, como FedEx, DHL, UPS y Correo Argentino, solo por citar algunos ejemplos. Aquí podemos ver cómo es muy común que el cuerpo del mensaje presente la estética de la marca real, con un alto grado de similitud.
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Ejemplos reales de correos falsos
Ejemplo 1, ExpressService
En este caso, los actores maliciosos utilizan el nombre de una supuesta empresa de mensajería llamada “Express Service”, y apelan al sentido de la urgencia, con una supuesta entrega de paquete que se encuentra suspendida. Al hacer clic en el botón para supuestamente resolver el problema, el usuario es llevado a un formulario apócrifo donde los datos que ingresen serán solo para los cibercriminales.
Ejemplo 2, FedEx
Otro ejemplo es el que suplanta la identidad de FedEx, pidiéndole a la posible víctima que confirme sus datos para que el supuesto paquete sea enviado.
Ejemplo 3, empresas de shipping
Otro señuelo muy utilizado es el de una supuesta actualización del envío. Allí, insta a las personas a ver los detalles, para conocer el estado de la entrega.
En estos dos últimos casos vemos cómo un cargo en la aduana es lo que estaría demorando la entrega del supuesto paquete. De forma que además del robo de información, en formularios falsos, también lleva a realizar un pago que solo irá a la cuenta de los cibercriminales.
El consejo de las empresas de correos y mensajería oficiales
Este contexto no pasó desapercibido para las empresas de correo y mensajería. FedEx, por ejemplo, en su página web comparte las señales de advertencia más comunes sobre el fraude en línea, a la vez que entrega diversos tips de seguridad.
Allí, aclara: “FedEx no solicita por medio de correo electrónico o correo convencional no solicitado, pagos o información personal a cambio de bienes en tránsito o en custodia de FedEx. Si recibes cualquiera de estas comunicaciones o alguna similar, no respondas ni cooperes con el remitente”.
En esa misma línea, UPS agrega: “Tenga en cuenta que UPS no pide pagos, información personal, información financiera, números de cuenta, documento de identidad o ID, contraseñas ni copias de modo no solicitado por correo electrónico, correo postal, teléfono o fax o específicamente a cambio del transporte de bienes o servicios.”
Por su parte, Correo Argentino advierte que “las técnicas de ciberdelincuencia mejoran continuamente y puede resultar difícil averiguar si estamos ante un correo legítimo o no”. Y por eso, aconseja: “Si no esperas ningún paquete o envío, no eres cliente o no tienes contratado ningún servicio desde el que te puedan contactar, ignora el correo y elimínalo”.
¿Cómo evitar caer en este tipo de engaños?
Saber identificar un correo malicioso de uno verdadero puede marcar la diferencia entre ser víctima de una estafa o no. Entre que nuestros datos personales y dinero queden en nuestras manos y no pasen a ser un activo más del cibercrimen.
Por eso, compartimos un breve checklist para que puedas reconocer un correo de “paquete” falso a simple vista.
- Pensar si realmente estás esperando un envío. Si la respuesta es “no” posiblemente se trate de un fraude.
- Revisar si el remitente legítimo. Generalmente, este tipo de estafas presentan un remitente que difiere de manera clara del legítimo, así que siempre es un buen primer paso poner el ojo allí.
- Alertarte si hay un pedido de información sensible sea personal o bancaria. Esto debe encender las alarmas.
- Chequear a dónde dirige el link que se incluye en el correo: siempre es importante verificar si lleva al sitio oficial.
- Observar si presenta errores ortográficos o de redacción, aunque la Inteligencia Artificial ha mejorado sensiblemente este tipo de correos.
Consejos para no morder el anzuelo
Hay varios puntos para tener en cuenta y que son clave para reducir sensiblemente el riesgo de caer en este tipo de estafas. Entre ellos:
- Prestar especial atención y desconfiar de aquellas comunicaciones que llegan de manera inesperada y con un sentido de urgencia muy marcado. No hacer clic o descargar archivos adjuntos.
- Comunicarse a través de los canales oficiales del servicio de mensajería y paquetería, sobre la veracidad del correo recibido y el supuesto paquete en cuestión.
- Verificar siempre a la página que se ingresa para brindar tus datos personales: debe ser segura y la URL corresponder a la real.







