La Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo aprobó la recolección y utilización de datos personales de pasajeros que vuelen desde y hacia el continente. Esto significa que las aerolíneas deberán proporcionar toda la información que poseen de sus clientes a autoridades como Europol, para que de esta forma puedan "luchar contra el terrorismo y el crimen transnacional", según el comunicado oficial.

Estos datos, enmarcados en el concepto de Passenger Name Records (PNR), refieren a la información que los pasajeros proporcionan durante la reserva y compra de boletos de avión y al hacer check-in para volar, así como aquella recolectada por la aerolínea por sus propios motivos comerciales. Esto incluye fechas de viaje, itinerario, detalles de contacto (nombres, fecha de nacimiento, teléfono, correo electrónico), método de pago usado, número de asiento y de ticket, e información de equipaje.

Como era de esperar, muchos defensores de la privacidad consideraron la decisión como exagerada. Tal como informa The Register, grupos de derechos civiles se escandalizaron particularmente luego de que el Tribunal Europeo de Justicia (ECJ) considerara ilegal y desproporcionada a la anterior directiva de retención de datos en abril del año pasado.

Sin embargo, las autoridades europeas sostienen que esta es una forma más de luchar contra el crimen organizado y otras faltas, y aseguran que los datos PNR ya vienen siendo utilizados desde hace casi 60 años por muchos estados para combatir el terrorismo. "Los desarrollos tecnológicos han hecho posible usar los datos PNR más sistemáticamente con propósitos de cumplimiento de ley", dice la Comisión.

Además, asegura:

El terrorismo y el crimen organizado a menudo involucran viajes internacionales. Por lo tanto, la información de viaje recolectada por las transportistas es un instrumento importante para las autoridades para prevenir, detectar e investigar crímenes y enjuiciar a los perpetradores. La propuesta de la Unión Europea garantiza más seguridad y un alto nivel de protección de la privacidad y los datos personales.

En ese sentido, hace algunas salvedades:

  • Los estados europeos no podrán acceder a las bases de datos de las aerolíneas, sino que deberán pedirles los datos, y estas los entregarán.
  • La información sensible que pueda revelar orígenes raciales o étnicos, opiniones políticas o creencias religiosas no será compartida con las autoridades, y será resguardada.
  • Los estados deberán despersonalizar los datos un mes después del vuelo y no deberán retenerlos por más de cinco años en total.

El proyecto fue aprobado con 32 votos de 27, y se acordó iniciar negociaciones con los ministros nacionales para sancionar una nueva ley a fin de año.

Desde ya, para muchos podrá ser polémico en tanto se compartirá información tan personal como las preferencias de comida de los pasajeros. Y ustedes, ¿qué opinan?