Menos de la mitad de los adultos usan herramientas de control parental en los dispositivos que se conectan a Internet utilizados por sus hijos, lo cual deja a millones de menores expuestos a amenazas online, según una investigación de la oficina de ESET en Reino Unido.

Durante 2013, y con una tendencia que se mantuvo en 2014, el 77% de los padres compró al menos un dispositivo con conectividad a Internet, pero solo el 45% aplicó los controles ofrecidos por el sistema operativo, el software antivirus o el ISP. La encuesta halló que muchos adultos se sienten "alienados" por el mundo de la tecnología que crece y cambia rápidamente, según reporta The Telegraph.

En general, los padres creen que es adecuado que los niños naveguen por la web sin supervisión a partir de los 10 años, pero uno de cada cuatro admite que nunca habla con ellos respecto a seguridad en línea y cómo protegerse de posibles riesgos. De hecho, el 45% dijo que cree que eso es resposabilidad de la escuela y de los maestros. Como consecuencia de este bajo nivel de comunicación, la mitad de los adultos admitió que cree que le esconden aspectos de la actividad online.

Según ESET LiveGrid, hay aproximadamente 20.000 reportes únicos de computadoras infectadas con amenazas informáticas cada día en el Reino Unido.

"Internet es un campo de juego brillante para los niños", opina Mark James, Technical Director de ESET Reino Unido. "Les permite adentrarse, explorar y aprender, que son cosas indudablemente positivas; sin embargo, sin el liderazgo correcto por parte de sus padres, se pueden meter en situaciones peligrosas con las que no pueden lidiar solos".

James señala: "La edad promedio a la que los padres creen conveniente que los niños usen Internet sin supervisión es solo 10 años y medio. A una edad tan temprana, es fácil que se confundan con scammers y estafadores online, lo que hace a la necesidad de protección aún mayor".

Y además de supervisar las actividades online, los adultos deberían enseñarle a sus menores sobre amenazas como virus y malware. Hacer clic en un enlace malicioso por error o descargar un falso software puede causar daños e infectar los dispositivos, abriendo la puerta a una posible intromisión de un atacante al sistema -y por lo tanto, a los datos privados.

Para este estudio de ESET se encuestó a mil adultos con niños a su cargo de entre 5 y 18 años. Un tercio confesó que no se siente adecuadamente preparado para educar a sus hijos en seguridad online, pero esto puede ser revertido -y una buena forma de comenzar, es leyendo nuestra Guía para Padres de Protección Infantil en Internet.

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