Los autos sin conductor están cada vez más cerca de ser una realidad, mientras el gobierno del Reino Unido invierte alrededor de 15.6 millones de dólares para que se hagan pruebas piloto en las ciudades el próximo año. Pero el Instituto de Ingeniería y Tecnología (Institute of Engineering and Technology o IET) del país alertó sobre la seguridad de esta tecnología.

Según reporta Mashable, Hugh Boyes, del IET, afirmó que el software tendrá que ser más robusto y confiable antes de que esta tecnología salga al mercado. Dijo: "Reportes recientes analizando el software muestran que el 98% de las aplicaciones tienen serios defectos, y en muchos casos hubo entre 10 y 15 por aplicación. Si a la larga quieren usar vehículos autónomos, necesitamos asegurarnos de que no tienen defectos".

La mayor preocupación de Boyes es la probabilidad que tienen estos sistemas de ser comprometidos, sobre la cual la industria automotriz no está bien informada -ya que se concentra más en la seguridad del auto en sí mismo. Pensemos las consecuencias que podría tener el hecho de que estos autos sean controlados remotamente por un cibercriminal. Podría haber "caos" si los atacantes pudieran comprometer fácilmente a los conductores de vehículos: "Si los cibercriminales empiezan a apuntar a vehículos en Londres, nos podemos imaginar un caos considerable en las calles. El terrorismo es un riesgo real, por lo que la ciberseguridad de los vehículos autónomos será crítica. Y tendremos que considerar tener cajas negras en los vehículos en caso de incidentes".

Boyes agregó: "Si solo un vehículo de entre 100, o uno en mil, es interferido y deja de funcionar como se espera, podemos esperar que haya un caos en las calles. No queremos estar en ese lugar".

Este es uno más de los puntos a considerar en lo que refiere a seguridad de dispositivos y sistemas que conformarán el Internet de las Cosas. Si bien es importante que la tecnología siga avanzando y nos dé cada vez más posibilidades, no hay que perder de vista que los cibercriminales seguirán buscando la forma de acceder a los sistemas informáticos y a las redes por las que se transmiten datos. Basta recordar la investigación del argentino César Cerrudo, que encontró la forma de vulnerar los sistemas de control de tráfico inteligentes de grandes ciudades de Estados Unidos, Francia, Australia, Reino Unido y otros países.

La potencial amenaza de que se comprometan los sistemas podría poner en riesgo las garantías de seguridad de la tecnología de autos sin conductor, lo que constituye en verdad uno de los principales motivos por los que son atractivos. Tech Times reporta que en un millón de millas recorridas a modo de prueba, los coches autónomos solo vieron un accidente -y fue cuando un conductor humano tomó el control.

De hecho, The Guardian afirma que los vehículos autónomos podrían ser "malos ejemplos" para sus conteapartes humanos, ya que las investigaciones demuestran que los conductores humanos "cambian su comportamiento al recorrer el mismo camino que los coches autónomos, copiando los estilos de manejo y dejando menos espacio respecto al auto de adelante". Los sensores de los vehículos autónomos permitirían reacciones instantáneas, mucho más rápidas que las de un piloto humano.