El “hack” de semáforos más famoso de la historia es el del film clásico “The Italian Job” de 1969, en la que un grupo de ladrones busca hacer un golpe que involucra paralizar la ciudad de Turín a través de la toma de control del sistema de control del tráfico. El autor del plan, interpretado por Michael Cane, dice “Es un trabajo muy difícil y la única manera de lograrlo es que trabajemos como un equipo. Y eso significa que hagan todo lo que yo digo.”

Al parecer, en la realidad esto sería más fácil de realizar, o al menos de acuerdo a lo que afirman investigadores de la Universidad de Michigan, que afirman que los sistemas de tráfico son vulnerables a partir de señales de radio no codificadas y de contraseñas de fábrica que no se cambian; y que el acceso a semáforos, e inclusive a un sistema completo como el que se presenta en la película, es posible de acuerdo a un reporte de Time.

“Este trabajo muestra que este tipo de sistemas a menudo tienen el aseguramiento en mente, pero se olvidan de la importancia de la seguridad” dicen los investigadores. Technology Review destaca que el sistema de Michigan, que conecta 100 semáforos, está lejos de ser único: Sistemas similares son utilizados en otros 40 estados.

Un ataque focalizado, como el realizado por el “equipo” de la película, podría tomar control de una serie de semáforos para habilitarse el paso a través de algunas intersecciones y luego ponerlas en rojo para demorar a los vehículos de emergencia que los puedan estar persiguiendo, de acuerdo a la BBC.

Los investigadores afirman que “una vez que la red ha sido accedida en un solo punto, el atacante puede enviar commandos a cualquier intersección de la misma”.

“Esto significa que solo es necesario atacar el eslabón más débil del sistema. Las conexiones inalámbricas no están cifradas y las radios usan usuario y contraseña por defecto.”

También se sabe que los controladores de semáforos tienen vulnerabilidades, y los ataques podrían paralizar ciudades: los investigadores sugieren que un ataque de denegación de servicio del sistema de tráfico podría poner todos los semáforos en rojo, causando confusión en toda una ciudad.

Los investigadores además afirman que un atacante podría controlar los semáforos para un beneficio personal. Los mismos podrían estar en verde a través de la ruta por la cual estén conduciendo.

“Dado que los ataques son realizados de manera remota, esto podría hacerse inclusive de modo automática mientras se conduce, cambiando los semáforos a su funcionamiento normal con tan solo pasar por la calle. Con mayor malicia, se podría coordinar ese cambio en los semáforos con otro ataque, con el objetivo de generar congestiones en el tránsito y ralentizar la respuesta por parte de las fuerzas de seguridad”. Además sugieren tomar medidas que incluyen cifrar señales e implementar firewalls a los sistemas actuales.

Quizás, se vuelva a hacer una nueva versión de la película. Después de todo, la versión de 1969 termina con Caine diciendo “Un momento amigos. Tengo una gran idea…”